Tratamiento del dolor
Tratamientos
Farmacológicos
Elaboramos tratamientos farmacológicos adecuados a las características del paciente y a su dolor. Actualmente, para tratar el Dolor Crónico tenemos una alta gama de analgésicos NO opioides, como por ejemplo, los AINEs, opioides débiles (por ejemplo, tramadol, codeína) y un último escalón de opioides potentes, como tapentadol, oxicodona, fentanilo y morfina.
Además, tenemos toda una serie de medicamentos llamados co-analgésicos como anticonvulsivantes, y antidepresivos que nos ayudan a completar este tratamiento.
Infiltraciones y técnicas
intervencionistas
El campo del tratamiento intervencionista del dolor se ha desarrollado mucho en los últimos años, con mejores técnicas diagnósticas, una más amplia variedad de opciones terapéuticas y un conocimiento más profundo de las indicaciones y contraindicaciones de estas técnicas. Cada avance ha incrementado progresivamente nuestra capacidad para aliviar mejor el dolor de nuestros pacientes. Es una regla de oro el procurar realizar un correcto diagnóstico, mediante anamnesis y exploración física en primer lugar, determinando el tipo de dolor, qué lo empeora y qué lo mejora.
Tratamientos:
- Infiltración de puntos gatillo.
- Denervación mediante toxina butolínica.
- Bloqueos de nervios periféricos, centrales y sistema autonómico.
- Infiltraciones articulares (facetas y grandes articulaciones).
- Radiofrecuencia térmica (Rizolisis).
Técnicas
Estimulativas
La estimulación eléctrica transcutánea (TENS) Es una estimulación a través de la piel, mediante la aplicación de una corriente eléctrica suministrada por un dispositivo o generador eléctrico externo, portátil y pequeño, que a través de electrodos cutáneos emite impulsos de alta frecuencia y baja intensidad, o al revés, según el tipo de dolor.
Los sistemas de estimulación medular son un tratamiento estimulativo avanzado que consiste en el implante de sistemas de estimulación medular, de nervios periféricos o subcutánea. Se implanta un pequeño generador eléctrico (batería) a través de la piel, la cual se conecta mediante un cable a unos electrodos que se sitúan cerca de la médula espinal (en el espacio epidural).